¿Has sentido la acaricia del hilo rojo del destino en tu vida? - Adagios al alba

Buenos días.

Como ya sabéis, estamos en una etapa diferente de la vida, sin saber como, ha venido un virus que ha hecho que el mundo cambie, se paralice, priorice, sea solidario, descanse, veamos la vida desde otra perspectiva.

Así que, para seguir viendo las cosas bonitas, comparto hoy un artículo con una historia preciosa, una de esas leyendas que hacen que el corazón siga vivo, de esas que nos gustaría que fuera realidad. Es una de las historias que hace que sigamos teniendo ilusión e incertidumbre al mismo tiempo y no nos haga perder la ilusión en las cosas que no podemos controlar.

La leyenda a la que me refiero es:

LA LEYENDA DEL HILO ROJO: 

Los japoneses tienen la creencia de que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo atado al meñique.

Hace un tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia.

Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir el hilo.

Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebé en brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: "Aquí termina tu hilo", pero al escuchar esto, el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja.

Empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña hija en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Luego ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor fuera que desposara a la hija de un general muy poderoso.

El emperador aceptó esta decisión y comenzaron todos los preparativos para esperar a quien sería después la elegida como esposa del gran emperador. Llegó el día de la boda, pero sobre todo había llegado el momento de ver por primera vez la cara de su esposa.

Ella entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente su rostro. Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. Era la cicatriz que él mismo había provocado al rechazar su propio destino años antes. Un destino que la bruja lo había puesto frente suyo y que decidió descreer. 

La enseñanza de la leyenda del hilo rojo según la tradición japonesa tiene que ver con la comprensión del destino y el papel preponderante que juega el amor en este hilo. 

Muestra claramente cómo los amores destinados son eso, no podemos escapar de la persona que nació para amarnos.

Y ahora os preguntaréis porque escribo sobre esto y por supuesto que lo voy a contar.

Hace un tiempo encontré esta leyenda, me pareció preciosa y empecé a creer en ella, de algún modo sí que creo que estamos destinados a conocer a ciertas personas, a que nos pasen ciertas cosas, a vivir de una determinada forma... así que, porque no iba a creer en esta leyenda.

Pero, durante un tiempo, por cosas vividas, dejé de creer en la historia, parte de la ilusión se esfumó. Pero ha habido una conversación en mi vida que me hizo cambiar, me ha hecho volver a creer, y es tan fácil como hablar con un amigo y darse cuenta de que hay veces que las cosas pasan de cierta manera porque tenemos que aprender de ellas. Puede ser que no saliera como uno espera, (pensar que has encontrado tu otro lado del hilo y ver que no puedes estar con él es triste) pero si la leyenda es cierta, el destino hará lo que haga falta para volver a unir a las personas, ya que ese hilo no se puede romper.

Y mientras, lo único que hay que hacer es vivir. Tenemos que ir hacia adelante y seguir dejando que la vida nos sorprenda y disfrutando de todas las cosas bonitas que nos pasan día a día. 

Se puede ser feliz mientras esperas a que el otro extremo de tu hilo te encuentre.

Y si habéis encontrado el otro extremo del hilo, no perdáis el tiempo e ir a por él, la vida es demasiado corta como para perder el tiempo con la persona no correcta. Estoy segura que toda persona que aparece en nuestra vida tiene una misión, pero una vez realizada tenemos que aprender a soltar para poder avanzar. De eso se trata la vida, de aprender y avanzar y así sucesivamente.

¿Cómo sabemos si hemos encontrado el otro lado del hilo rojo?

Pienso que no se puede explicar, solo se puede saber. Es un sentimiento especial que te hace sentir que estas conectado de alguna manera especial a alguien, que no hace falta hablar, que te hace ser mejor persona, te motiva a hacer cosas, a trabajar, salir, reír, llorar, disfrutar, jugar, estudiar...

¿Vosotros habéis encontrado vuestro lado opuesto del hilo rojo?

Creer girasoles, es bonito creer.

Irene Pla.