Escrito por: Mercedes Pla Corell
¿QUÉ HUBIERA SIDO DE NOSOTROS SIN LOS AUTISTAS?
*“Cuando era niña, mi umbral para procesar el “bla-bla-bla” era de tan solo unos segundos, cuando tenía diez años este umbral ya había pasado de cinco a diez minutos. En la adolescencia y hasta llegar a la veintena el umbral ya era de quince a treinta minutos. En la actualidad es de aproximadamente veinte a cuarenta y cinco minutos… si el entorno hubiese estado más adaptado,… estos umbrales podrían haber sido mucho mejores…”(Williams 1996)
*”Cuando miro a alguien directamente a los ojos, en particular a alguien que no me es familiar,… siento como si sus ojos me quemaran…” (Jackson 2002)
*”A veces, cuando otros niños me hablaban, yo apenas oía. Otras veces sus voces sonaban como balas”. (White y White, 1987)
*”Siempre he sabido que el mundo estaba fragmentado. Mi madre era para mí un olor y una textura, mi padre un tono, mi hermana mayor era algo, algo que se movía, que cambiaba de sitio.” (Williams 1999).
*”En realidad te oigo mejor cuando no te estoy mirando… el contacto visual es… incómodo… la gente nunca entenderá la batalla a la que me enfrento para poder hacer esto”. (Lawson 1998)
*”Ocasionalmente, perdía toda la sensación de perspectiva. De repente, cualquier cosa podía parecerme monstruosamente grande si se acercaba hacia mí a toda velocidad, o simplemente si no estaba preparada para verla venir. Así mismo, el hecho de que alguien se inclinara hacia mí repentinamente me producía una sensación aterradora. Sentía como si algo se fuera a caer encima de mí y me fuera a aplastar” (Gerland, 1997).
*“Cuando era pequeña… parecía que no sentía dolor o malestar, no quería ayuda, no sabía lo que estaba diciendo, no veía ni escuchaba. Cuando por fin lograba descifrar y procesar alguna de estas sensaciones, respuestas o comprensiones que entonces adquirían significado, y yo podía encontrar los medios necesarios para responder; yo ya estaba a quince minutos, un día, una semana, e incluso un año más allá del contexto en el que se había producido dicha experiencia”. (Williams 1996)
*”A veces el volumen de las cosas es demasiado alto…Parece que las cosas están casi al lado mío. A veces los objetos se vuelven repentinamente más brillantes.” (Oliver en Williams 1994)
En resumen, estos son testimonios reales de personas adultas con Autismo y Síndrome de Asperger, para que nos hagamos una vaga idea de cómo se siente y percibe el mundo con estos trastornos…
Hagamos un ejercicio de reflexión y pensemos en el esfuerzo enorme que supone para ellos sobrevivir a nuestra sociedad y sus normas. Lo realmente difícil que puede ser identificar algo tan sencillo como una burla, una mentira, una broma o una mirada, para una persona que no conoce la maldad o los dobles sentidos, para alguien que es nobleza y sinceridad por naturaleza…
Olvidemos la idea de niños rebeldes, sin sentimientos, desconectados o retrasados, nada más lejos de la realidad…solo porque no jueguen, se estimulen o se expresen igual que el resto de los neurológicamente-típicos no significa que sean peores ni mejores, sino que tienen una manera diferente de percibir y procesar la información. Pensemos que sería de nosotros sin un autista que se hubiese machacado los dedos hasta conseguir fuego o tallar una lanza para poder cazar, sin Isaac Newton autor de la “Teoría de la Gravitación Universal” o Albert Einstein “padre” de la “Teoría de la Relatividad” entre otros muchos como Leonardo Da Vinci…
Pensemos un momento: ¿no seremos nosotros, las personas neuro-típicas, los realmente insociables al discriminar, marginar o rechazar, a personas así?
Los niños siguen siendo niños independientemente del color de su cabello, su piel o su manera de procesar y sentir…
Yo creo que sobran las palabras...
ResponderEliminar“En un mundo lleno de diferencias la normalidad no existe” Vlachou (1999).
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