viernes, 27 de diciembre de 2019

Dios vuelve en una Harley (libro agosto 2019) - Somos Ángeles Imparables

Buenos días.

Hoy os traigo un artículo sobre el libro que leí en el mes de agosto. 
Lo encontré por causalidad y doy gracias por ello, me encantó y aprendí mucho de el. Espero que este artículo os ayude un poquito igual que hizo conmigo.

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TÍTULO: Dios vuelve en una Harley.


AUTOR: Joan Brady.

SINOPSIS:
Dios ha vuelto a la tierra montado en una Harley Davidson para escuchar las inquietudes y ofrecer una serie de reglas para cambiar la vida de Christine.
Con treinta y siete años y una figura que no se ajusta a los cánones de belleza, Christine tiene pocas esperanzas de encontrar al hombre con quien compartir su futuro.
Lo que no sabe es que Dios ha vuelto a la tierra para entregarle unas simples reglas de vida acordes con nuestro tiempo, que harán de ella una mujer distinta y libre.
Aunque vista de chupa de cuero y cabalgue una Harley Davidson, en sus ojos se halla la sabiduría y en sus palabras sencillas descubrimos lo que siempre habíamos sospechado: el camino hacia la felicidad empieza y acaba en nosotros mismos.
En los otros dos libros de este volumen, Joan Brady nos cuenta otras entrañables historias que nos vuelven a mostrar que el camino a la felicidad empieza y acaba en nosotros mismos.
Reseña:

«Una magnífica historia que nos hace sentir vivos y libres.»
John Gray


DATOS:
Editorial: BERGARA (EDICIONES B)
Lengua: Castellano
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 176
Año de edición: 2018
Género: Literatura nueva era

RESUMEN:
CAPÍTULO 1

Christine, es una mujer de 37 años, enfermera que continuamente cambia de hospital debido a un desgaste provocado por su trabajo, vuelve a trabajar en el Centro Médico Metropolitano. Este centro, para ella contiene mucha historia, ya sea porque fue uno de sus antiguos lugares de trabajo o bien porque en este centro, mantuvo una historia sentimental con un anestesista, Michael Stein. Al volver de nuevo a este hospital, estando en el comedor, que más bien era una cafetería, mirando por una ventana y en un estado como si hubiera sufrido un ataque de epilepsia, nota una mano sobre su hombro, que fue quien la retornó a la realidad. Ella reconoció la voz, era Michael. No había cambiado mucho, pese a que tenía unas canas que antes no tenía. Se pusieron a hablar los dos, hasta que Christine se percató de que Michael tenía un anillo de oro en su mano izquierda, ella se quedó sorprendida, ya que Michael zanjó su relación con Christine porque esta le propuso casarse y éste se veía incapaz. Christine preguntó a Michael con quien se casó, cuando este le contestó que se casó con Sheila Conlin, la antigua jefa de Christine y entre las cuales no había mucha amistad. Continuaron hablando de Sheila y más temas hasta que sonó el busca del anestesista que indicaba que debía volver al trabajo tras su parada por la cafetería. Michael se despidió de Christine intentando dar un beso en los labios de la enfermera, pero esta, aparto su boca y el beso fue a parar a su mejilla, a continuación, Michael se fue a paso largo a trabajar.

CAPÍTULO 2

Nuestra protagonista, acaba su turno a las once y media de la noche, se dirige a un bar para ahogar sus penas y sobretodo para olvidar durante un tiempo el recuerdo de la alianza en la mano de Michael. En el bar, Christine está sola, y el resto de gente acompañada o en busca de compañía, ella se siente bien sola, no muestra interés por conocer a nadie. Hasta que siente ser observada, observada por un hombre que le llama la atención, pelo oscuro, camiseta descolorida y chaqueta de cuero remangada. Éste hombre se sentó al lado de la enfermera y pidió una soda con zumo de arándano. Más tarde se dirigió a hablar con los miembros de la banda del local.

Christine abandona el bar y decide irse a pasear por la playa para respirar el peculiar aire que esta desprende; paseando por el paseo, tropieza con una madera que estaba mal colocada y cae de rodillas en la arena, mientras se encuentra arrodillada, ve una figura sobre una motocicleta, piensa que es fruto del alcohol, así que cierra fuertemente los ojos y vuelve a abrirlos, se percata que es un hombre sobre una Harley Davidson, el motorista, contesta al pensamiento de nuestra protagonista y esto llama la atención de ella. El motorista entabla una conversación con ella y se dispone a ayudarle a levantarse tendiéndole la mano.

CAPÍTULO 3

Entre la conversación que están llevando a cabo los 2 personajes, Christine se da cuenta que el motorista, sabe muchas cosas sobre ella, cosas que solo ella conoce incluso detalles que ella misma había olvidado. Christine, asustada, pregunta al motorista quién es, a lo que éste le responde que es Dios, el Dios al cual ella tantas veces necesitó y otras tantas odió. Christine no se lo creyó del todo pero éste le dio pruebas de que lo era y su misión era dar la felicidad a todos los hombres y mujeres de la tierra, en ese momento, debía ayudar a Christine. Ella no entendió porqué decidió ayudarla tan tarde y no cuando ella se lo había pedido o le había necesitado de verdad.

Entonces Dios le dijo que para cada persona, él elaboraba una lista de mandamientos personales, ya que no todos pueden cumplir los mismos mandamientos ya que eso es una cosa personal. Para ella, había elaborado un listado de 6 mandamientos, el primero era: no levantes muros, aprende a trasladarlos. Christine se compromete a intentarlo y se decide a confiar en él.

CAPÍTULO 4

Christine no puede parar de pensar en Joe, lo recuerda a todas horas, está deseosa de volver a verle y no se separa en ningún momento del teléfono. Así transcurren dos semanas desde la vez que se conocieron. La enfermera, ya cansada de una espera que no le ayudaba en nada y empezando a desconfiar de Joe y sobre si había sido alguna alucinación, sueño o fenómeno de su organismo; decide salir a correr, ya que esto le relaja y le ayuda a ordenar las cosas.

Christine va cada día a correr, cada día incrementa el kilometraje. Un día, al volver a casa de correr, suena su teléfono, se seca el sudor con un paño y al descolgar descubre que es Joe, la enfermera no puede ocultar su satisfacción de volver a hablar con él. Éste le dice que no puede tener pensamientos románticos ni amorosos referentes a él, ya que no es la finalidad de su visita. Christine le dice que vale, que lo hará. Entonces Joe le da su segundo mandamiento: vive cada momento de tu vida, pues todos son preciosos y no debes malgastarlos. Seguido de esto, Joe le comunica que en un futuro, le llegaran amores y la felicidad, pero que no ha de pensar en un futuro, sino vivir el presente al máximo; además le dice que elabore una lista con las cosas a las que nunca ha parado atención y riegue sus plantas y piense como absorben el agua y se vuelven verdes y flexibles. Al acabar, se despiden y Christine se siente con fuerzas para cumplir este segundo mandamiento y alcanzar la felicidad prometida.

CAPÍTULO 5

Tal y como Joe le dijo, Christine ha pasado parte de su tiempo observando el crecimiento de sus plantas y los pequeños detalles de su vida que antes eran inexistentes para ella. Ahora se pregunta en su tiempo libre que le apetece hacer y lo realiza.

Un día, lo que más deseaba, era tomarse un helado de chocolate cubierto de chocolate caliente, así que decidió ponerse dos dólares en el bolsillo de sus pantalones cortos favoritos e ir caminando hacia la heladería. Una vez en el establecimiento y con su helado, se percató de que Joe estaba en una mesa esperando ser visto por Christine para que ésta se sentara con él para hablar. Entablaron una conversación y Joe le comunicó que iba muy bien y que estaba progresando muy rápidamente. Así que le comunicó su tercer mandamiento o proposición: cuida de ti misma ante todo. Tenía que descubrir su verdadera personalidad. Esto hacía referencia a tener más tiempo dedicado hacia ella, que redujera su horario laboral y se cambiara de domicilio, ya que había rechazado todo lo que Joe le había dado y lo había cambiado por una jungla de cemento. Joe le dio una pista: B−11.

De camino a casa, Christine le dio vueltas a la cabeza sobre la pista de Joe, pero no le encontraba sentido. Al llegar a su domicilio, encontró un diario, lo dejó en el sofá mientras iba al cuarto de baño, y al llegar, el diario había caído al suelo y la página de anuncios clasificados quedó en el sofá, y vio un apartamento que se encontraba en la página B−11 que se acomodaba a sus nuevas expectativas de vida.

CAPÍTULO 6

Christine, tal y como Joe le dijo, convirtió su jornada laboral completa en una jornada por horas, sus compañeras intentan convencerla de que no lo haga, pero no lo consiguen, ya que la enfermera hace caso a Joe. También se cambia de vivienda, abandona su apartamento en la jungla de cemento por una casita en primera línea de playa, la que vio anunciada en la página B−11 del diario. Su principal problema, fue la falta de espacio. Pero apareció Joe y colaboró en el tema del espacio, y empezó a escoger ropa de Christine y tiró toda aquella prenda que no se ponía o no usaba. Al final, a nuestra protagonista hasta le sobraba espacio. Joe le dijo: el ego es el causante de tus problemas. Tenía que ser ella misma, tal y como es naturalmente, no tenía que aparentar ser quien no es. Después se dirigieron hacia un local playero en moto para tomar algo, en el restaurante, estuvieron hablando del ego y Joe puso a prueba a Christine sobre su ego. Ésta, al final aprendió la lección y se percató de que si lo hubiese aprendido antes, hubiera sufrido menos. Joe le dijo que encontraría dentro de poco el amor, desde ese momento, Christine, no paró de preguntar cuando y donde lo encontraría.

Una vez en su domicilio, no paró de darle vueltas a lo que Joe le había comentado en la hamburguesería y de un salto, se puso a anotar unas palabras en su diario bajo la luz de la luna: renuncia al ego. Muéstrate tal y como eres. Y no pierdas de vista lo que sucede.

CAPÍTULO 7

Pasaron unos días, y nuestra protagonista se percataba que últimamente, disfrutaba con su trabajo, cosa que era antes inimaginable. Ahora, no vive pendiente de su físico o su imagen, se limita a disfrutar de lo que Joe le ha dado.

Ese mismo día, fue paseando por el paseo marítimo, disfrutando en cada segundo de lo que sucedía, intentaba entender a aquellos que andan con busca metales en la fina arena de la playa. Entró en una tienda de música, y quedó enamorada de la canción que estaba escuchando, era de un saxofonista, Jim Ma Guire. Sin dudarlo, compró el CD sin pensar en lo que pensaría sobre ella ni sin pensar si le gustaría el resto del CD. Una vez comprado, se dirigió a comprar comida.

Al llegar a su domicilio, cerró de una patada la puerta de la entrada y fue directamente a poner el CD que había comprado, olvidando el vaso de yogur helado en la bolsa de la compra, y se puso a bailar con los ojos cerrados por todo el comedor. Hasta que se sintió agarrada por unos fuertes y musculosos brazos, sin duda, era Joe, no sabía porque, pero no le espantaban sus repentinas apariciones. Los dos, se pusieron a bailar. Pasado un rato, se sentaron en el sofá y en ese momento, el corazón de Christine latía a muy alto ritmo, estaba enamorada de Joe. Se lo comunicó ruborizada, y éste le contestó que era normal, pero no era un amor romántico, sinó un amor genuino. Y sorprendéntemente le invadió un amor por su propia identidad, no importa su aspecto, solo se amaba a si misma. Christine, lo comprendió. En ese mismo instante, Joe desapareció. La enfermera, más que acostumbrada a sus apariciones y desapariciones, se levantó como si nada y se dirigió hacia un espejo, allí estaba Joe. Sus miradas se cruzaron y ambos rieron. Christine dijo a Joe: por fin me quiero a  misma, Joe. El contestó: lo sé.

CAPÍTULO 8

No a mucho tiempo de lo anterior, Christine se enteró que Jim Ma Guire iba a dar un concierto en un local de Nueva Jersey. Christine, sin pensárselo dos veces, se dirigió a comprar su entrada por diez dólares. Estaba ansiosa de saber quién era ese hombre que expresaba sus sentimientos mediante un saxofón.

Una vez llegó al bar, se sintió como en una caverna, un ambiente oscuro y humeante. Le recordó a sus tiempos cuando salía.

Pidió un agua mineral, éste hecho, anteriormente hubiera sido sustituido por alguna bebida alcohólica. Se encontró con Michael Stein, y para sorpresa de la enfermera, no pasó un mal rato como la anterior charla de ambos, ésta vez, preguntó a Michael por su familia y esposa con un sincero interés. Más tarde, le golpeó un hombro, al girarse, quedó embobada al ver un cuerpo musculoso enfundado en una cazadora de cuero con una cremallera plateada y un cuello musculoso del cual colgaban dos medallas. Entabló una conversación con el desconocido, rápidamente, surgió algo entre los dos; ambos sentían el mismo sentimiento de amor hacia el otro. El desconocido, ya que estaba muy cortado, sacó el tema de si le gustaba Jim Ma Guire. A lo que ella respondió afirmativamente y con una serie de halagos. Finalmente, el desconocido ha de marcharse y se despide de nuestra enamorada protagonista besándole la mano. En ese instante, apareció Joe detrás de Christine, quien no podía ocultar su estado afectivo en relación al hombre que acababa de conocer. Ella cree que él ha huido porque no se siente atraído por ella pese haberle dicho que le encantaba la sonrisa de esta. Al final, Joe hace ver a Christine la verdad sobre lo que siente el desconocido hacia ella: le gusta, y se ha ido porque es tímido. Christine, queda convencida de este hecho.

Llega el peor momento de ésta historia, la despedida de Joe, éste no lo comunica a Christine, pero ésta, lo percibe perfectamente y rompe a llorar temerosa de que nunca más volverá a verle. Joe intenta tranquilizarla arropándola con sus brazos y le entrega un regalo, dos tablas de oro con sus seis mandamientos o proposiciones:

 no levantes muros, pues son peligrosos. Aprende a traspasarlos.
 vive el momento, pues cada uno es precioso y no debe malgastarse.
 cuida de tu persona, ante todo y sobre todo.
 prescinde del amor propio. Muéstrate tal y como eres, dando tu amor pero sin renunciar a ti misma.
 todo es posible en todo momento.
 sigue el fluir universal. Cuando alguien da, recibir es un acto de generosidad, pues en esa entrega, siempre se gana algo.

Christine no recordaba haber oído hablar de su sexto mandamiento, por eso Joe le hace una explicación. Llegó el momento de la despedida, Christine le suplica que no se vaya, que no la abandone, pero ella sabe que nunca la abandonará, porque ella es el y el es ella. Entonces, Christine le pregunta que quién es la próxima persona que gozará de la ayuda de Joe, en el momento en que éste señala a una chica con una minifalda pegada a la piel.

Joe besó la punta de la nariz de Christine y se marchó hacia la nueva persona a la que ayudaría. Nuestra protagonista, mientras tanto, se dejó llevar por las notas que salían del saxo del saxofonista; para sorpresa de Christine, el saxofonista, era el desconocido con quien había coqueteado.

Cuando acaba la actuación, Jim se dirige a Christine para hablar con ella. Ella, ruborizada, le pregunta que porque no le había dicho quien era. Al final de la conversación, Jim invita a Christine a dar una vuelta en su Harley, ella acepta y salen de la mano del local. Mientras se encuentran parados en un semáforo en rojo, Christine, gira la cadena del cuello de Jim para ver que tenía inscrito en las medallas, para su sorpresa, eran dos medallas de plata talladas en forma de tabla de mandamiento como las que Joe había regalado a Christine. Dichas medallas, contenían ocho mandamientos, dos más que las de Christine, ésta, sintió envidia por tener menos mandamientos, pero al instante, dedujo que Jim tendría más cosas que mejorar que ella. Leyó el último mandamiento, ya que estaba acostumbrada a empezar los libros por el último párrafo. El octavo mandamiento decía: ten paciencia y confía en que la encontrarás, pero sólo cuando ella esté preparada. En ese momento, el semáforo cambió su color a verde y Jim giró la cabeza hacia Christine diciéndole: ¿preparada? A lo que ella responde: ¡preparada!

PERSONAJES IMPORTANTES QUE INTERVIENEN Y CARACTERÍSTICAS QUE LES DEFINEN.

 Christine: protagonista de la historia. Es una enfermera de 37 años que necesita ayuda para encontrar un sentido a su vida. Es ayudada por Joe (Dios) a retomar el rumbo de su vida por el buen camino. Podemos ver en ella una gran mejora de su vida y de su manera de actuar.
 Joe: es Dios, ayuda a Christine a encontrar un sentido a su vida y a ser feliz. Es su principal misión en este relato. Tiene un carácter cariñoso, comprensivo, educador

VALORES QUE APARECEN EN LA HISTORIA Y CÓMO ESTÁN TRATADAS.

En este libro, aparecen una serie de valores o mandamientos que pueden ser utilizados por todos nosotros, ya que, aunque en el libro digan que son personales, creo que todos somos capaces de llevarlos a cabo y son problemas que suele tener la sociedad actual. Están tratados o vistos de uno en uno, en una persona en concreto que recoge una serie de actitudes que pueden ser rectificados siguiendo o llevando a cabo los dichos mandamientos. Los problemas y soluciones que se plantean son muy cercanos a todos nosotros, lo que lo hace interesante y útil. Es una buena forma de acercar los valores que nos da Dios.

El valor de mostrarse tal y como uno es, me ha gustado ya que muchas veces actuamos de una manera o de otra sólo para quedar bien con determinada gente y no debemos hacerlo, porque si alguien no te acepta tal y como eres, no es un verdadero amigo/a. Aunque sea difícil, tienes que conseguir aceptarte a ti mismo/a, para poder mostrarte tal y como eres a los demás. Si  te ves bien eres mucho más feliz y consigues que los demás también te vean bien.

Los valores que más se destacan en esa obra son:

1. no levantes muros, pus son peligrosos. Aprende a traspasarlos.

2. vive el momento, pues cada uno es precioso y no debe malgastarse.

3. cuida de tu persona, ante todo y sobre todo.

4. prescinde del amor propio. Muéstrate tal y como eres, dando tu amor pero sin renunciar a ti misma.

5. todo es posible en todo momento.


6. sigue el fluir universal. Cuando alguien da, recibir es un acto de generosidad, pues en esa entrega, siempre se gana algo.

OPINIÓN PERSONAL: 
Para mí ha sido un libro que me ha aportado mucho. Hace que se vea la vida desde otra perspectiva más sana y saludable y desde el amor, el amor hacia uno mismo y eso se refleja en el resto. Es muy importante ser auténtico y disfrutar de todas las cosas buenas que nos da la vida y todo llegará en su momento adecuado. Se trata solamente de vivir.

¿RECOMENDARÍA EL LIBRO?: 
Sin duda, lo recomiendo con los ojos cerrados.
Lo pongo en los básicos de todas las personas.

Gracias girasoles y espero vuestros comentarios.

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