El comportamiento de los consumidores españoles cambia poco a poco debido a la situación económica. En el último informe de proyecciones para los próximos dos años, el banco estadounidense Goldman Sachs pronostica que la situación económica española empeorará en 2012 como consecuencia del deterioro de la crisis de deuda en la zona euro. El consumo se resiente por el aumento incesante del desempleo y el descalabro de muchas empresas. Hoy se consume menos y se tiende a comprar lo más barato. Por ello,los consumidores deben saber en qué partidas les afectará con más dureza la recesión.
Qué implica la recesión económica
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha reconocido que los próximos meses no serán buenos para la actividad y el empleo. Por su parte, los analistas financieros coinciden al señalar que Europa entrará en recesión en 2012 y el resto del mundo crecerá a un ritmo menor. Un país entra en recesión cuando todos sus indicadores económicos experimentan un retroceso generalizado durante dos trimestres consecutivos.
La reducción de los salarios, el aumento del desempleo, la contracción en el consumo y la inversión, la disminución de la producción de bienes y servicios, las caídas de los beneficios de muchas empresas y, en algunos casos, su cierre, son los principales síntomas que diagnostican la llegada de una recesión. En el tercer trimestre de 2011, el PIB (Producto Interior Bruto) español se estancó, en el cuarto ha disminuido y hay muchas posibilidades de que vuelva a decrecer en el primer trimestre de 2012, lo que derivaría en una recesión.
Ante este sombrío panorama, se complica la supervivencia de algunas empresas, aumenta la tasa de paro y disminuirán los ingresos del Estado. Por ello, casi con total seguridad, el nuevo Ejecutivo proyecta incrementar la presión fiscal, en parte, a través del IVA. Algunos expertos creen que esta medida es la más sencilla de realizar, ya que su impacto en las arcas del Estado es casi inmediata. Sin embargo, uno de los principales efectos de la subida del IVA sería el debilitamiento del consumo y la ralentización de la economía. La recesión provocará que a los consumidores no les quede otra opción que gastar menos. Pero, ¿en qué partidas afecta a los consumidores la recesión económica?
La recesión afectará a los consumidores en seis materias
- La vivienda:Las previsiones macroeconómicas apuntan a una más que posible recesión. Este dato, unido al aumento de las tasas de paro y de inseguridad laboral y a las subidas del euríbor, dificultará la adquisición de una vivienda.A pesar de que ha habido una reducción del volumen de viviendas iniciadas, la oferta de inmuebles de nueva construcción es elevada y la venta del stock de las inmobiliarias y bancos será lenta, tanto en primeras como en segundas residencias. El incremento de los costes financieros conllevará una disminución en los márgenes comerciales de las promotoras, lo que puede contribuir a prolongar el periodo de incertidumbre en el mercado inmobiliario.Por todo ello, se prevé que en 2012 continuará la tendencia a la baja de los precios de los inmuebles, hasta que se absorba el excedente de oferta. Además, la reducción del stock será más rápida en las zonas céntricas de las ciudades, debido a la escasez de viviendas nuevas y de suelo edificable.
- Vehículos:El año pasado se comercializaron en España 809.948 turismos y todoterrenos. Esta cifra representa un retroceso del 17,7% respecto a las ventas en 2010, según los datos de ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones). Son unas ventas similares a las alcanzadas en 1993, pero están muy lejos de los 1,6 millones de automóviles comercializados en 2007, cuando afloraron los primeros síntomas de la crisis económica.A pesar de que la situación ha empeorado, el segmento del mercado de automóviles que mejor comportamiento ha experimentado en 2011 es el de las berlinas de lujo, con un crecimiento del 83,1%. Los todoterrenos pequeños (con un 22%) y los monovolúmenes grandes (con un 11,3%) han sido otros dos segmentos que han registrado las mayores ventas.Desde 2008, fabricantes y distribuidores no han conseguido superar el millón de automóviles vendidos, a pesar de los incentivos económicos ofrecidos por el Gobierno y la propia industria, que ha visto cómo, en los últimos diez años, su negocio se ha reducido en un 45%. Las expectativas para 2012 son poco optimistas, ya que se estima una cifra de ventas inferior a las 800.000 unidades.Además, la caída de las ventas ha provocado la pérdida de unos 5.000 puestos de trabajo y ha afectado a las arcas públicas, por la menor recaudación fiscal. Según las estimaciones de ANFAC, el Estado ha dejado de percibir 450 millones de euros respecto a 2010.
- La alimentación:El consumo se ha resentido y tanto los españoles que han perdido su empleo como quienes se han contagiado del ambiente general de crisis compran menos y a un precio más barato. Este comportamiento afecta de manera negativa al gran consumo. 2008 fue el último año en el que este sector creció de manera significativa (un 7%).Los españoles han adoptado de manera progresiva las marcas blancas de los comercios como una medida de ahorro. En 1999 representaban el 20% del gasto en alimentación, mientras que en 2009 ya constituían el 38%. Hoy suponen una gran competencia para las marcas de los fabricantes.Según las previsiones de los especialistas, en 2012 solo aumentará el consumo en droguería (un 0,6%) y en alimentación (un 0,1%), en especial, en lo que respecta a alimentos saludables, de dieta y preparados.
- Los gastos del hogar:El precio se ha convertido en el factor determinante para decidir una compra, incluso en los artículos que antes se consideraban inmunes a los ciclos económicos. Se puede decir que casi ningún producto está a salvo de la recesión.Además, habrá que hacer un consumo más moderado de los suministros básicos del hogar en 2012. En el ejercicio anterior, el importe destinado a los transportes fue un 19% menor que en 2010. En cambio, el consumo de agua, electricidad y gas se ha incrementado en un 18%. Utilizar bombillas de bajo consumo, apagar los aparatos eléctricos que no se usan de modo habitual, no malgastar el agua, disminuir algún grado la temperatura de la calefacción o viajar más en transporte público son normas que pueden ayudar a reducir el gasto doméstico.El consumo a lo largo del pasado año creció un 2,3%, sobre todo, a consecuencia de la inflación, que fue del 3%. Para el presente ejercicio, se espera que la inflación no sobrepase el 1,1%, pero parece claro que los consumidores se resignan a afrontar una larga etapa de crisis y, si mantienen el consumo, es a costa de sus ahorros y de buscar el mejor precio.
- La ropa y los complementos:Los consumidores se convierten en unos expertos al administrar sus recursos y pretenden mantener la adquisición de sus marcas favoritas, pero no a cualquier precio. El precio es un factor clave en la compra y un 65% de los españoles se fija ahora mucho más que antes en el importe de los productos.Esta búsqueda del mejor precio lleva a ser infiel a la marca. Dos tercios de los consumidores están dispuestos a cambiar de marca para sacar un mayor partido a su presupuesto. El mismo porcentaje de españoles estaría dispuesto a ser fiel a su marca solo si el precio es ajustado. En determinados casos, los consumidores prefieren reducir la frecuencia de compra antes que renunciar al producto, como en los artículos de belleza y cosmética de alta gama.De todas formas, la elección de la compra no está basada solo en el precio, sino en el valor y la confianza en la marca. Además, el 59% de los españoles siente la necesidad de darse algún capricho al margen de su situación económica y más de la mitad están interesados en comprar novedades.El sector textil creció un 2,2% el año pasado, gracias a las compras en establecimientos outlets y a las agresivas campañas de rebajas. Se prevé que el gasto en ropa se mantenga estable en 2012, mientras que el consumo de artículos de perfumería y belleza caerá un 0,5%.
- El ocio:La difícil situación económica ha impactado de manera negativa en los niveles de gasto y la mitad de los españoles ha reducido sus hábitos de consumo. Los consumidores tienen ahora una nueva mentalidad que provoca un cambio en su comportamiento. Viven la experiencia del ocio casero, como organizar veladas en su propia casa o en casas de amigos.Desde el inicio de la crisis, el 60% de los consumidores ha reducido su presupuesto destinado a restauración y ocio. Los bares y restaurantes se han visto afectados, ya que la clientela ha dejado de frecuentarlos para consumir más en el hogar. Los usuarios se decantan ahora por los servicios low cost, como el ocio barato o las ofertas, y pretenden mantenerlos en el futuro.Además de la restauración y el ocio, el gasto de los consumidores también se ha reducido en otras categorías, como el alojamiento en viajes. El consumo de "impulso" (que recoge el gasto en comida y bebida fuera de casa) caerá un 0,6% en 2012. Un 36% de los consumidores cocina ahora más en su casa y el 43% se lleva la comida al trabajo, frente al 36% de media europea.La televisión representa un papel fundamental en la familia, es la principal actividad en su tiempo de ocio, sobre todo para las mujeres. Internet se convierte en un bien imprescindible del que los consumidores no se quieren desprender. Además, ha caído el consumo en telefonía móvil en un 0,6%. Por su parte, las redes sociales constituyen un excelente medio para comunicarse. El actual consumidor ha empezado a practicar el "consumo inteligente" y tiene que buscar las ofertas que le den más por menos.FUENTE: CONSUMER.ESFECHA: 13/01/2012
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